La averiguación patrimonial en el proceso de divorcio

La averiguación patrimonial en el proceso de divorcio
El divorcio es, sin duda, uno de los procesos legales más complicados, y no solo desde el punto de vista emocional, sino también financiero. En este contexto, la averiguación patrimonial es un paso crucial que puede marcar la diferencia en la distribución de los bienes entre las partes. Pero, ¿qué es exactamente una averiguación patrimonial y por qué es tan importante? En este artículo, te contamos todo lo que necesitas saber sobre este procedimiento y cómo influye en el resultado de un divorcio.
¿Qué es una averiguación patrimonial?
La averiguación patrimonial es un procedimiento que permite conocer con precisión los bienes y deudas que tiene cada una de las partes involucradas en un proceso de divorcio. En otras palabras, es una forma de "descubrir" qué bienes tiene realmente cada cónyuge, para garantizar que se efectúe una división justa de los activos y pasivos.
Este proceso es especialmente importante cuando una de las partes sospecha que el otro cónyuge ha ocultado bienes o ha intentado deshacerse de ellos antes del divorcio. La averiguación patrimonial ayuda a esclarecer la situación financiera real de ambas partes, garantizando que todos los bienes se pongan sobre la mesa y se repartan conforme a la ley.

¿Para qué se necesita una averiguación patrimonial en un divorcio?
La averiguación patrimonial se lleva a cabo en aquellos casos en los que no existe un acuerdo amistoso sobre la división de los bienes. Es decir, cuando ambas partes no confían plenamente en la información proporcionada por el otro y consideran que puede haber bienes ocultos o deudas no declaradas.
Este procedimiento es esencial porque permite que el juez tenga un panorama claro y completo de los bienes y deudas de ambos cónyuges. De este modo, se evita que una de las partes se beneficie de manera injusta a expensas de la otra. Además, es fundamental para garantizar que las pensiones alimenticias o compensatorias se calculen de manera adecuada, basándose en los ingresos y bienes reales de cada parte.