¿Qué ocurre con la custodia de un bebé de padres separados?

¿Qué ocurre con la custodia de un bebé de padres separados?

La separación de una pareja con un bebé de corta edad plantea muchas dudas, especialmente en lo que respecta a la custodia. Las decisiones sobre la crianza de un bebé en estas circunstancias son muy delicadas, ya que requieren considerar tanto las necesidades del menor como el bienestar de los padres. Este artículo aborda qué ocurre con la custodia de un bebé cuando los padres se separan y qué factores influyen en la decisión judicial.

Cuando se trata de un bebé, los tribunales tienen en cuenta una serie de criterios específicos, como la edad del niño, el vínculo con cada uno de los padres, y la capacidad de cada progenitor para garantizar los cuidados necesarios durante esta etapa crucial de desarrollo.

¿Qué pasa con la custodia de los hijos si los padres se separan?

Cuando los padres de un bebé se separan, la prioridad siempre es el bienestar del menor. En general, los tribunales favorecen los acuerdos de custodia que permiten que el bebé mantenga una relación cercana con ambos progenitores. Sin embargo, en el caso de bebés muy pequeños, es común que la custodia física principal sea otorgada a la madre, especialmente si está en periodo de lactancia o si ha sido la principal cuidadora.

No obstante, cada vez es más común que los padres compartan responsabilidades de crianza desde el nacimiento del bebé, por lo que la custodia compartida también puede ser una opción viable si ambos progenitores están dispuestos y capacitados para ello.

¿Qué ocurre con la custodia de un bebé de padres separados?

En la mayoría de los casos, cuando un bebé está involucrado, los tribunales tratan de establecer acuerdos de custodia que minimicen el impacto emocional del divorcio en el niño. Es fundamental garantizar que el bebé reciba el cuidado, el afecto y la estabilidad necesarios para su desarrollo emocional y físico.

Si no hay acuerdo entre los padres, el juez tomará una decisión basada en el interés superior del bebé, evaluando factores como el entorno familiar, el historial de cuidado y el estado emocional de cada progenitor. También es posible que el tribunal establezca un régimen de visitas adecuado, para garantizar que el bebé mantenga una relación cercana con el progenitor que no tiene la custodia principal.