MARTA FERNÁNDEZ MAHIQUES

Descripción:

Mi nombre es Marta F. Mahiques y ayudo a las personas a mantener su equilibrio familiar a través de la abogacía independientemente de la situación que les haya tocado vivir. Desde mi punto de vista nada es más importante que el bienestar de las personas que te acompañan a lo largo de tu vida, en los buenos y en los malos momentos. Crecí en el seno de una familia de abogados y sin duda esta influencia ha tenido mucho que ver en mi camino profesional. Soy la primera que he decidido apostar por el derecho de familia como especialidad. ¿POR QUÉ EL DERECHO DE FAMILIA?. Dos fueron los motivos que me impulsaron a hacerme abogada de familia: Velar por los intereses de los más débiles y tener la formación suficiente para cuidar de los míos. En mi entorno más cercano existen personas a las que adoro con necesidades especiales. Ellos me impulsaron a formarme para poder defender sus intereses. Soy de las que piensa que en esta vida todo pasa por algún motivo. Tuve un caso que marcó un antes y un después en mi carrera. Ocurrió durante mis inicios. Se trataba de una mujer que acudió a mí desesperada. Tenía un hijo con necesidades especiales y una situación familiar totalmente en contra. Contaba con pocos recursos económicos pero aun así decidió venir a verme. Empatizamos de inmediato y me dedicó las siguientes palabras: Necesito ayuda y quiero que seas tú la que me guíe, ahora mismo no soy capaz de confiar en nadie más. Fue un orgullo y responsabilidad para mí ayudar a esta familia a mejorar su situación. Como no podía ser de otra forma, la historia tuvo un final feliz. LAS FAMILIAS DE HOY HAN CAMBIADO. Antes uno crecía rodeado de la gente de su pueblo. Ahora naces en Bilbao, te casas en Toronto, tienes hijos en Singapur y te divorcias en Santiago. Hay tal cantidad de legislaciones a tomar en consideración, que tienes que conocer la realidad de cada una de ellas. Esta evidencia me llevó a especializarme en Derecho Internacional de Familia. TRABAJO CON SERES HUMANOS, NO CON EXPEDIENTES. En una sociedad ideal la familia debería permanecer unida pero no siempre es así. Ahí es donde empieza mi trabajo. La gente necesita ser escuchada. Sus dudas y miedos deben ser resueltos con ajuste a unas normas pero siempre teniendo en cuenta las circunstancias personales.