El Coordinador Parental: definición, funciones y obligaciones en procesos de divorcio

El coordinador parental: funciones y obligaciones

El coordinador parental es una figura que ha ido ganando protagonismo en los últimos años en los procesos de divorcio, especialmente en aquellos que son conflictivos. Su papel es esencialmente el de mediar entre los padres para asegurar que las decisiones sobre los hijos se tomen en su mejor interés, sin necesidad de recurrir constantemente a los tribunales. Pero, ¿qué hace exactamente un coordinador parental y cómo puede ayudar en los casos de divorcio? A continuación, exploraremos sus funciones y obligaciones en detalle.

El objetivo principal del coordinador parental es reducir el conflicto entre los padres y facilitar la toma de decisiones sobre la crianza y el bienestar de los hijos. Actúa como una figura neutral, guiando a los progenitores en la resolución de disputas y garantizando que se cumplan los acuerdos establecidos en el convenio regulador.

Qué es el coordinador parental

El coordinador parental es un profesional especializado en conflictos familiares que interviene en los casos en los que los padres tienen dificultades para cumplir con los acuerdos sobre la custodia y el régimen de visitas de los hijos. Esta figura es particularmente útil en situaciones donde los padres mantienen una relación conflictiva tras el divorcio y no logran comunicarse de manera efectiva para tomar decisiones en beneficio de los menores.

El coordinador parental no es un juez ni toma decisiones por los padres, sino que actúa como mediador y facilitador, ayudando a que los progenitores puedan llegar a acuerdos y evitando que las decisiones sobre los hijos deban ser resueltas en los tribunales. En algunos casos, también puede proponer soluciones concretas cuando los padres no logran alcanzar un consenso.

¿Se puede utilizar en España la figura del coordinador parental?

En España, la figura del coordinador parental está comenzando a ganar terreno, aunque aún no está regulada de manera uniforme en todo el país. Algunas comunidades autónomas han comenzado a implantar esta figura en casos especialmente conflictivos, con resultados positivos en la reducción de la conflictividad entre los padres.

El coordinador parental puede ser solicitado por los propios progenitores o puede ser designado por un juez en los casos en los que considere que su intervención es necesaria para garantizar el bienestar de los hijos. Aunque su implantación es todavía limitada, su uso está en crecimiento, especialmente en aquellos divorcios donde los conflictos entre los padres son recurrentes.